No hay nada peor que tener en posesión una herramienta de precisión como un visor y errar los tiros una y otra vez. Puedes echarle las culpas a las inclemencias meteorológicas, a una distracción o incluso a un mal día, pero los tiradores novatos suelen darse cuenta del problema rápidamente: no han calibrado bien el visor.
Ajustar y calibrar la retícula de un visor de un rifle o una carabina no es difícil. Es básicamente hacer que el centro de la retícula coincida con el impacto. Si instalas por primera vez un visor, es absolutamente necesario, ya que nunca coincidirá el impacto al montar el visor. También puede ser que con el tiempo y tanto toqueteo o una mala instalación el punto se ha movido y necesitas reajustar la retícula del visor otra vez. U otra razón puede ser, que con el cambio de munición el impacto ha cambiado y necesitas calibrar el visor a la nueva munición.
Si estás pendiente de este tutorial, vamos a pensar que ya tienes instalado el visor de forma correcta. No obstante, si tienes alguna duda de última hora te invitamos a repasar nuestro tutorial sobre montaje de visores.Para empezar a calibrar, situamos el arma sobre un soporte estable y quitamos las tapas (si el visor lo tiene) de las torretas de elevación y deriva.
¿Qué son las torretas de elevación y deriva?
Básicamente, son las 2 torretas en el centro del visor
- La de arriba corrige el impacto en la elevación (arriba / abajo)
- La de la derecha corrige el impacto en deriva (izquierda / derecha)
Si tenéis una torreta a la izquierda, ésta suele ser para el ajuste de paralaje o para encender la retícula iluminada.
¿A que distancia ajusto el visor?
La medida estándar para calibrar un visor de caza es a 25, 50 o 100 metros, dependiendo del campo de tiro que tengas disponible. Lo normal en galerías de tiro es establecer los blancos a 100 metros, por lo que en este manual vamos a trabajar esa distancia. Una vez visualizado un blanco a la distancia enunciada, ajustamos las torretas hasta centrar la retícula en el blanco. Una vez que tengamos este paso conseguido, el visor “estará calibrado a 100 metros”, por lo que podemos realizar un ejercicio de disparo para comprobar el resultado de nuestro trabajo.
Por supuesto, si queremos tener nuestro visor preparado al 100{5f6e18c32a6f977fe14a6e81b5e2c6aaca11a7ec069597b161d7f0696745686c}, es muy recomendable tener con nosotros un instrumento óptico, ya sea monocular, prismáticos o telescopio terrestre. En todo caso, apuntaremos al blanco y realizaremos una serie de 3 disparos. Con nuestro equipo óptico analizaremos los resultados y, dependiendo de la agrupación de los impactos, tendremos clara la desviación del arma con respecto al visor. Por ejemplo: si la agrupación de impactos está en la esquina inferior derecha, sabrás que tienes que ajustar tu visor (¡sin moverlo lo más mínimo!). Para dejar al 100{5f6e18c32a6f977fe14a6e81b5e2c6aaca11a7ec069597b161d7f0696745686c} tu visor, solo tendrás que calibrar la retícula para que coincida con la agrupación de disparos. Después de esta medida, apunta al centro del blanco… et voilá! Tu visor estará sincronizado con el cañón de tu arma.
¿Qué es un MOA?
Ahora bien: sabemos perfectamente que muchos os habréis perdido/retrasado en este paso. Aunque parezca realmente fácil ajustar el visor simplemente usando las torretas a “ojo”, ¿no os parece ridículo usar un instrumento de precisión y no ajustarlo debidamente? Si observamos la medida que nos muestran las torretas, comprobaremos que podemos calcular con bastante precisión el ajuste que queremos realizar. Pero para eso debemos conocer la unidad de medida, el llamado MOA.
El Minute of Angle (MOA) es una medida de precisión y corrección estándar en el calibrado de visores. Un MOA es equivalente a 2,5 cm de distancia. El mecanismo que se acciona cuando movemos las torretas funciona por “Clicks” y cada click que hacemos equivale a un MOA o una parte equivalente según el tipo de visor (cosa que normalmente viene indicada en la misma torreta). Cuanto mejor sea un visor, más fraccionada será esta cantidad, siendo ⅛ de MOA la medida general de los precisos visores militares. Pongamos que nuestro visor tiene ¼ de MOA de medida de click, la tónica general en los visores de caza de cierta calidad (que reconoceremos por sus tapas extraíbles). Una vez sabemos todos los datos, solo queda hacer un pequeño cálculo (paciencia, parece más difícil de lo que realmente es).
¿Cómo ajustar la retícula al impacto?
Imaginemos que centramos el visor a 100 metros, y que tenemos en una agrupación de la que hablábamos antes, 15 cm abajo y 10 a la derecha del centro de la diana. ¿Cómo usamos esta medida para calcular mover la retícula al punto de impacto? Matemáticas básicas: una regla de tres. Dividir cm por MOA.
Si el impacto es 15 cm por abajo y 10 cm a la derecha, el calculo será:
Clicks por subir (up)
15cm / dividido por 2,5 = 6 MOA
Si el visor es de ¼ de click es multiplicar x4 y subir 24 clicks.
Si el visor es de 1/8 de click es multiplicar x8 y subir 48 clicks.
Clicks por ir a la izquierda (left)
10cm / dividido por 2,5 = 4 MOA
Si el visor es de ¼ de click es multiplicar por x4 y corregir 16 clicks.
Si el visor es de 1/8 de click es multiplicar por x8 y corregir 32 clicks.
Ajustamos y, por fin, tendremos nuestro rifle calibrado y listo para una nueva tanda de 3 disparos, para comprobar que efectivamente nuestro trabajo ha dado resultado. Si esta explicación os resulta difícil de entender, seguramente en el esquema que os presentamos junto a ella lo veréis mucho más claro.
No olvides esta sencilla equivalencia y no tendrás problema en tener tu rifle con visor totalmente operativo. Aún así, como te comentamos al principio de este tutorial, piensa detenidamente en el uso que le vas a dar a tu arma. La distancia de 100 metros es estándar en campos de tiro porque, entre otras cosas, es a la que los cazadores suelen abatir sus presas de forma habitual. Por esa razón, las retículas de los visores de caza están diseñadas para este cometido.
Si fuera tu voluntad disparar a distancias muy superiores, recuerda que existen diversos tipos de retícula, la gran mayoría militares, preparadas para ayudarte en esa tarea.
Sea cual sea tu decisión, lo cierto es si has llegado hasta aquí, puedes darte por satisfecho: has montado y calibrado tu primer visor. Ahora sal y disfruta de tu trabajo… eso sí, siempre de una forma responsable para no dañar tu equipo y, por supuesto, a los que te rodean.
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